¡Descubre este magnífico desierto que reúne los más diferentes paisajes con todo su esplendor!
Me refiero al desierto de Atacama, en el extremo norte de Chile, con géiseres, lagunas, volcanes, salares, cactus gigantes, formaciones rocosas y un cielo estrellado que ¡es tan hermoso!
Piensa en un lugar donde puedas vislumbrar paisajes pintorescos, que recordarás con gran gratitud solo por haber estado allí.
Entre ellos se encuentran: Salar de Atacama, Laguna Cejar, Valle de La Luna y Valle de La Muerte, Geysers del Tatio y Lagunas Altiplanicas.
Este gigantesco desierto de sal conserva uno de los paisajes más bellos de la región.
Con una extensión de 320 mil hectáreas, pedazos de sal (que se encuentran hasta 70 cm de altura), lagos poblados de aves migratorias, entre ellos el flamenco y el imponente volcán Licancabur, es fácil deslumbrarse por todo esto y seguir siendo presentado con una puesta de sol inolvidable.
Por no hablar de los Ojos del Salar, que son dos cráteres de agua con tonos azulados que exudan grandeza y misterio.
Lo primero que hay que notar es cómo los diseños de la sierra son muy peculiares, con el toque de tonos dorados, rojizos y grises, que parecen de otro mundo.
La observación de la erupción del géiser se realiza muy temprano, respetando el camino ya marcado para su seguridad.
Una mezcla de agua hirviendo y vapor, que hace un espectáculo en este campo geotérmico que es el tercero más grande del mundo.
Laguna Cejar tiene una alta concentración de sal (mayor que la del Mar Muerto), lo que hace que no te hunda, por mucho que lo intentes.
Enamórate de este paisaje esculpido formidablemente por la naturaleza.
Lagunas con tonalidades de azul profundo y dos majestuosos volcanes se destacan con toda la belleza de una naturaleza bien conservada y respetada.
Debido al cielo cristalino, la gran altitud y la poca luz, Atacama es el lugar perfecto para los amantes de la observación de las estrellas, lo que se puede hacer a simple vista o con el uso de telescopios.
La noche en Atacama es fascinante y majestuosa.
Un lugar como este no puede quedar fuera de su itinerario de viaje, ¿verdad?